El Combate de Angamos: El último viaje del Huáscar

Redactado por: Equipo Libralet
Combate de Angamos, Óleo de Thomas Somerscales
Combate naval de Angamos, óleo de Thomas Somerscales

El 8 de octubre de 1879, en las aguas del Pacífico Sur, uno de los enfrentamientos navales más emblemáticos de la Guerra del Pacífico se llevó a cabo: el Combate de Angamos. Esta contienda, que enfrentó a las armadas de Chile y Perú, culminó en un momento decisivo que cambiaría el rumbo del conflicto y que marcaría el final de uno de los buques más legendarios de Sudamérica: el monitor Huáscar.

El Huáscar, bajo el mando del heroico almirante peruano Miguel Grau, había interrumpido las operaciones de la armada chilena durante meses, llevando a cabo audaces acciones y demostrando su agilidad y poderío en el mar. Su historial de éxitos lo había convertido en un símbolo de resistencia y orgullo para el pueblo peruano. Sin embargo, el Combate de Angamos sería la última batalla del monitor, y en ella, la determinación y estrategia de las fuerzas enfrentadas pondrían a prueba el destino de una nación.

1. Contexto histórico: La Guerra del Pacífico en 1879

1.1. Breve revisión de los acontecimientos que llevaron al conflicto

La Guerra del Pacífico, que se desarrolló entre 1879 y 1884, no surgió de la nada; fue el resultado de años de tensiones geopolíticas, disputas territoriales y ambiciones económicas en la región. Uno de los principales desencadenantes fue el conflicto en torno a los derechos de explotación de los ricos yacimientos de salitre y guano en el Desierto de Atacama. Aunque inicialmente, este desierto se consideraba de poco valor, la creciente demanda de salitre como fertilizante en la agricultura mundial transformó esta región árida en un polvorín económico y estratégico.

El estatus ambiguo del territorio, que históricamente había sido motivo de contención entre Bolivia y Chile, llevó a la firma del Tratado de Límites entre ambos países en 1866 y, posteriormente, a una revisión en 1874. Este tratado establecía que el territorio comprendido entre los paralelos 23° y 24° sería explotado económicamente por Chile y Bolivia. Asimismo, dicho tratado obligaba a Bolivia a no incrementar impuestos a las personas, capitales y negocios chilenos durante 25 años. No obstante, Bolivia vulneró este acuerdo en 1878 al aumentar los impuestos a la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, de capitales chilenos. Chile protestó, y cuando Bolivia amenazó con confiscar la propiedad de la empresa, Chile decidió ocupar militarmente el puerto de Antofagasta en febrero de 1879.

1.2. El destino de Sudamérica en juego: Chile, Bolivia, y Perú

En el tablero del conflicto se encontraban tres naciones con intereses y alianzas previamente establecidas. Por un lado, estaba Chile, una nación emergente con una economía en crecimiento y una armada moderna, ansiosa por asegurar sus derechos económicos y territoriales en el Desierto de Atacama.

Bolivia, aunque sin una flota marítima poderosa, tenía un pacto secreto de defensa mutua con Perú firmado en 1873. Este tratado obligaba a cada país a ayudar al otro en caso de conflicto. Cuando estalló la guerra, Bolivia invocó este tratado, arrastrando a Perú al conflicto.

Perú, por su parte, era una potencia regional con una historia y tradición militar respetable. Su armada contaba con buques de guerra significativos, incluido el emblemático monitor Huáscar. Sin embargo, el país también enfrentaba problemas internos y divisiones políticas que complicarían su esfuerzo de guerra.

La interacción de estas potencias, sus alianzas y desafíos, y el deseo de controlar un recurso tan vital como el salitre, configuraron el escenario de uno de los conflictos más sangrientos de Sudamérica en el siglo XIX.

Escuadra chilena en Valparaíso.
La escuadra chilena en Valparaíso, por Thomas Somerscales

2. El monitor Huáscar: Orgullo de la flota peruana

2.1. Historia y características técnicas del Huáscar

El monitor Huáscar, una joya de la ingeniería naval de su tiempo, fue construido en el astillero John Laird Sons & Company en Birkenhead, Inglaterra. Lanzado al agua en 1865, este buque blindado se convirtió rápidamente en uno de los activos más valiosos de la Marina peruana. Con una longitud de aproximadamente 65 metros y un desplazamiento de 1,745 toneladas, el Huáscar estaba diseñado para ser una fortaleza flotante, capaz de resistir el impacto de la artillería enemiga gracias a su blindaje de hierro.

Sus características técnicas eran impresionantes para la época: estaba equipado con una torre giratoria blindada que albergaba dos cañones Armstrong de 300 libras, permitiéndole disparar en cualquier dirección sin necesidad de reorientar el buque. Además, contaba con un espolón diseñado para embestir y hundir embarcaciones enemigas. El Huáscar también era notablemente ágil para su tamaño, con una velocidad máxima de aproximadamente 12.25 nudos, gracias a sus potentes máquinas de vapor.

2.2. Acciones previas y logros bajo el mando del Almirante Miguel Grau

Bajo el mando del Almirante Miguel Grau, el Huáscar se convirtió en el terror de la flota chilena durante la Guerra del Pacífico. Grau, apodado el «Caballero de los Mares» por su caballerosidad y respeto hacia los enemigos capturados, lideró una serie de audaces incursiones y enfrentamientos que consolidaron la reputación del buque.

Durante la Campaña Marítima de 1879, el Huáscar, bajo la dirección de Grau, ejecutó una serie de audaces maniobras, como el hundimiento de la corbeta Esmeralda durante el Combate de Iquique. La habilidad táctica de Grau y las características técnicas del Huáscar le permitieron enfrentar y, en muchos casos, superar a buques chilenos más modernos y poderosos.

Sin embargo, más allá de las victorias militares, el liderazgo de Grau se destacó por su humanidad. En varias ocasiones, tras enfrentamientos navales, se aseguró de rescatar a los náufragos enemigos y trató a los prisioneros con un notable respeto, ganándose la admiración incluso de aquellos a quienes combatía.

Este conjunto de logros y acciones bajo el mando de Miguel Grau transformó al Huáscar en un símbolo de resistencia y orgullo para el Perú, y en una figura legendaria de la historia naval sudamericana.

Planta y perfil del Monitor Huáscar
Planta y perfil del Monitor Huáscar (James Wilson King – The War-Ships and Navies of the World, 1880)

3. La estrategia naval: Maniobras y tácticas de Chile y Perú

3.1. El papel de la armada chilena en la guerra y su plan para enfrentar al Huáscar

Chile, al inicio de la Guerra del Pacífico, tenía una flota más numerosa y moderna que la peruana. Entre sus buques destacaban las fragatas blindadas Lord Cochrane y Almirante Blanco Encalada, ambas con poderosa artillería y blindaje. A pesar de su superioridad numérica, el Huáscar, bajo el mando de Grau, se convirtió en una amenaza constante para la armada chilena, dada su agilidad y capacidad de ataque.

Frente a esta amenaza, la estrategia chilena buscó en primera instancia el control del mar para garantizar el transporte de tropas y suministros. Sin embargo, las acciones del Huáscar, incluido el ataque a barcos de transporte, dificultaron esta tarea. Por lo tanto, neutralizar al Huáscar se convirtió en una prioridad. Para ello, la armada chilena optó por dividir su flota, buscando acorralar al monitor peruano, utilizando su superioridad numérica y coordinando las acciones de sus principales buques para cerrarle cualquier vía de escape.

3.2. Las decisiones y maniobras de Miguel Grau antes del Combate de Angamos

El Almirante Grau, plenamente consciente de la inferioridad numérica y técnica de su flota frente a la chilena, optó por una estrategia de guerrilla marítima. En lugar de buscar un enfrentamiento directo con toda la flota chilena, utilizó el Huáscar para realizar rápidas incursiones, atacando objetivos específicos y luego retirándose antes de que las fuerzas chilenas pudieran reagruparse y contraatacar. Esto no solo generó un impacto material en la armada chilena, sino que también tuvo un efecto psicológico, al demostrar la capacidad del Huáscar para golpear y evadir a su antojo.

Grau también entendió la importancia de proteger los intereses económicos de Perú. Por ello, priorizó la intercepción de barcos de transporte chilenos. Además, evitó enfrentamientos directos innecesarios que pudieran poner en peligro al Huáscar o desgastar innecesariamente a su tripulación.

En los días previos al Combate de Angamos, Grau continuó con sus tácticas de intercepción, sabiendo que la flota chilena estaba buscando activamente un enfrentamiento decisivo. Sin embargo, a pesar de sus precauciones y maniobras, el destino finalmente llevaría al Huáscar a encontrarse cara a cara con sus perseguidores en las aguas de Angamos.

4. Cronología del Combate de Angamos

4.1. Desarrollo del enfrentamiento, hora por hora

El Huáscar ataca a la escuadra chilena
El Huáscar ataca a la escuadra chilena, por Dessins de M. Sahib

4.2. Las decisiones críticas y momentos clave de la batalla

El Combate de Angamos fue un enfrentamiento decisivo en la Guerra del Pacífico, marcando el fin del papel protagonista del Huáscar, y consolidando la supremacía naval chilena en el conflicto.

5. El legado del Huáscar y la figura de Miguel Grau

5.1. Consecuencias inmediatas de la batalla en el curso de la guerra

La captura del Huáscar en el Combate de Angamos tuvo un impacto profundo en la Guerra del Pacífico. La pérdida del monitor, considerado el buque insignia de la marina peruana, significó que Chile lograra el control total del mar, un factor estratégico que le permitiría operar con mayor libertad en las acciones terrestres posteriores.

Este dominio marítimo facilitó la organización de desembarcos, el transporte de tropas y el bloqueo de puertos, asfixiando económicamente a Perú y Bolivia. Además, la pérdida de tan icónico buque y de su valiente líder, Miguel Grau, supuso un golpe moral para las fuerzas aliadas, afectando la moral y el espíritu de resistencia de las tropas.

Sin embargo, este evento también galvanizó a la resistencia peruana. Aunque enfrentaban a un enemigo con superioridad naval y militar, la figura heroica de Grau y la resistencia del Huáscar sirvieron como inspiración para las acciones defensivas y de resistencia que vendrían en las siguientes etapas de la guerra.

5.2. La memoria y el homenaje al Huáscar y a Miguel Grau en la historia sudamericana

Miguel Grau y el Huáscar no solo dejaron una huella en el desarrollo de la Guerra del Pacífico, sino que su legado perdura en la memoria histórica de Sudamérica. Miguel Grau, por su liderazgo, valentía y caballerosidad, es recordado como el «Caballero de los Mares», un título que refleja el respeto y admiración que incluso sus enemigos sentían por él.

En Perú, Miguel Grau es considerado un héroe nacional. Cada 8 de octubre, en conmemoración del Combate de Angamos, se rinde homenaje a su sacrificio y al de la tripulación del Huáscar. Estatuas, museos y diversas manifestaciones culturales recuerdan su legado, y el lugar de su nacimiento en Piura ha sido convertido en un museo en su honor.

El Huáscar, por su parte, después de servir en la marina chilena por varios años tras su captura, fue convertido en un museo flotante, anclado en Talcahuano, Chile. Es un lugar de memoria histórica donde tanto chilenos como peruanos pueden recordar los eventos de la Guerra del Pacífico, y reflexionar sobre el valor del honor y la bravura en tiempos de conflicto.

Ambas figuras, el Huáscar y Miguel Grau, representan no solo el espíritu de resistencia y honor en el combate, sino también la capacidad de Sudamérica para recordar, aprender y rendir homenaje a los momentos y personajes que han moldeado su historia.